El ajedrez como herramienta educativa

Su práctica está considerada como uno de los mejores complementos a la educación y formación de los niños

  • Por MARTA VÁZQUEZ-REINA

 

- Imagen: Paul Gorman -Más barato imposible: un tablero, 32 piezas y dos mentes pensantes. Con algo tan simple es posible desarrollar e incrementar un gran número de habilidades cognitivas en los niños, que les servirán asimismo para aplicarlas durante su proceso educativo en otras áreas o materias. Ya sea considerado como juego o deporte, el ajedrez es una gran herramienta pedagógica y educativa para los más jóvenes.

Concentración, memoria, capacidad de decisión, pensamiento analítico o afán de superación son algunas de las múltiples capacidades que se pueden adquirir o reforzar con la práctica periódica del ajedrez y que a su vez son transferibles a otras áreas del conocimiento. Por eso, cada vez es más frecuente, tanto en nuestro país como en el resto del mundo, la utilización de este juego milenario como herramienta educativa en niños y jóvenes de primaria o secundaria para desarrollar y mejorar sus capacidades intelectuales.

Es un sistema de incentivo suficiente para acelerar el incremento del Cociente Intelectual en niños

Los beneficios que ejerce el ajedrez sobre el desarrollo educativo de los niños han sido verificados en numerosas investigaciones a lo largo de los años, tal como recoge el doctor Robert Ferguson en su "Resumen sobre investigaciones del ajedrez y su impacto en la educación". Entre las conclusiones que se derivan de estos estudios se pueden citar algunas como que "existe una correlación significativa entre la habilidad para jugar bien el ajedrez y las facultades espaciales, numéricas, administrativo-direccionales y organizativas", o que "el ajedrez enseñado de una forma metodológica es un sistema de incentivo suficiente para acelerar el incremento del cociente intelectual en niños de ambos sexos de escuela primaria en cualquier nivel socio-económico". Asimismo, la Comisión de Ajedrez en la Educación de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) recoge entre los beneficios de este deporte el desarrollo de la memoria, incremento de la creatividad, enriquecimiento cultural y desarrollo mental.

Hoy en día, la inclusión del ajedrez en la escuela se ha extendido en todo el mundo, no en vano la UNESCO recomendó oficialmente en 1995 a todos sus países miembro la incorporación del ajedrez como materia educativa tanto en la enseñanza Primaria como en la Secundaria. Esta incorporación se ha realizado de distintas maneras, mientras que en algunos países como Rusia, Venezuela o Colombia el ajedrez forma parte obligatoria del curriculum de los alumnos, en otros, el ajedrez se incluye como asignatura optativa. Por esta segunda opción se han inclinado muchos centros educativos españoles y, de forma generalizada, en algunas comunidades, como en Canarias, donde desde 1998 en todos sus centros el ajedrez es una de las asignaturas por las que pueden optar los estudiantes de 3º y 4º de ESO. Sin embargo, el uso más generalizado del ajedrez en las escuelas de nuestro país es su práctica como actividad extraescolar, promovida por las Asociaciones de Padres y Madres de los centros o por algún docente aficionado.

En varias escuelas de Dresden se sustituye una hora de matemáticas semanal por una de ajedrez

En otros lugares se han tomado medidas más originales, como en la ciudad alemana de Dresden, donde se ha iniciado un proyecto en varias escuelas para sustituir una hora de clase de matemáticas semanal por una de ajedrez; una decisión que se adoptó después de verificar en las investigaciones llevadas a cabo durante más de cuatro años por la Universidad de Treveris que la capacidad matemática y de lectura de los ajedrecistas es el doble de buena que la del promedio de los alumnos, y que sus capacidades lingüísticas son tres veces mejores respecto a quienes no juegan al ajedrez.

Todo son ventajas

Ya sea como asignatura curricular o como actividad extraescolar el ajedrez es uno de los juegos mas completos para el desarrollo intelectual de los más pequeños. A continuación se exponen algunas de las principales habilidades y capacidades que los niños pueden adquirir con su práctica, tal como recogen José María Olías en su obra 'Desarrollar la inteligencia a través del ajedrez' y Jorge Laplaza en 'Habilidades intelectuales y ajedrez', todas ellas extrapolables en el ámbito educativo a su aplicación general en las distintas áreas del conocimiento.

  • Aumenta la capacidad de concentración: una de las causas más frecuentes con las que se relaciona el fracaso escolar es la falta de atención y concentración de los estudiantes, una capacidad que se puede fomentar fácilmente con la práctica del ajedrez, ya que requiere por parte del jugador un alto grado de concentración y observación para poder desarrollar la partida adecuadamente.
  • Ejercita la memoria: ya sea la memoria a corto plazo, para recordar los movimientos que se han realizado durante la partida, o a largo plazo, para no olvidar otras partidas jugadas, la multiplicidad de alternativas a las que se enfrenta el jugador de ajedrez tiene como resultado una mejora en su capacidad de retener y recordar datos en la mente.
  • Desarrolla el razonamiento lógico matemático: está demostrado que el razonamiento y el proceso de análisis utilizado en el juego del ajedrez es muy similar al que se usa en las matemáticas y, por tanto, su práctica puede ser beneficiosa para mejorar las aptitudes matemáticas de los alumnos.
  • Mejora la capacidad de resolución de problemas y toma de decisiones: durante la partida el jugador de ajedrez se enfrenta a distintos problemas que debe resolver, analizando todas las soluciones posibles y eligiendo la más adecuada, incluso muchas veces bajo la presión del límite de tiempo para tomarlas.
  • Incrementa la autoestima y el afán de superación: cada partida es un nuevo reto para el jugador, que intentará mejorar su habilidad para jugar cada vez mejor; asimismo, cada vez que gana una partida el ajedrecista aumenta su autoestima y valora su pericia en el juego. En el caso de perder contribuye a potenciar la autocrítica.
  • Ayuda a aprender a reflexionar, planificar y prevenir: en cada movimiento el jugador debe reflexionar sobre todas las jugadas posibles y los ataques que puede recibir, de modo que pueda anticiparse a las respuestas del contrario y tener previstas con antelación las posibles líneas de juego.